martes, 20 de septiembre de 2011

Como la politica ecologista perjudica a los productores ecologicos

El título puede parecer una perogrullada. La lógica sería que el movimiento ecologista apoyara y consumiera productos ecológicos, como de hecho parece que hace. No obstante, un exceso de celo puede tener consecuencias inesperadas.

En Europa no hay ninguna ley que prohiba los transgénicos. Para obtener la autorización un transgénico debe superar un complejo, largo y caro proceso de autorización. Debido a que no es posible prohibir algo sin que haya evidencias cientificas que respalden esta prohibición, la estrategia política ha sido dificultar todo lo posible su comercialización. Entre ellas, la draconiana norma de obligar a etiquetar como que es transgénico solo con una contaminación adventicia de un 0,9%. Esta última norma perjudica principalmente a los agricultores y al consumidor, que se ven obligados a etiquetar como transgénico algo que realmente no lo es. Un margen del 5% como el que se aplica en otros paises sería mucho más asumible y no perjudicaría a los agricultores, pero como aqui a raicales no nos gana nadie, así nos va. Hay que insistir que algunas organizaciones abogan por que este margen sea del 0%. Pero vayamos al meollo. En Europa, por mucho que insista la ministra Rosa Aguilar, no comemos transgénicos. La obligación de etiquetar espanta a los fabricantes, por lo que el grueso de la producción se destina a alimentación animal. Un consumidor puede tener la certeza que en su dieta no hay transgenicos, salvo que la etiqueta de lo que consume indique lo contrario. En Estados Unidos, la situación es la inversa. Puesto que el origen transgénico no supone un cambio en el sabor ni en las propiedades nutricionales, no hay obligación de etiquetar. De hecho la mayoría de la soja y el maíz que se consume en los Estados Unidos es transgénico (¿lo tendrán presente cuando se van de vacaciones?). Eso no quita que haya gente que toma la decisión personal de no consumir transgénicos, como hay quien no come cerdo y hay quien rechaza recibir un transfusión de sangre o vacunarse. El nicho de consumo de esta gente es la producción ecológica, donde está explicitamente prohibido el uso de transgénicos. Es una cuota de mercado que en Europa no existe. En Europa si no está etiquetado no es transgénico, sea o no sea de producción ecológica. La situación recuerda vagamente a lo que pasó en la España de la postguerra con el cine. La política del régimen era que en España solo se hablaba español, por lo que se hizo obligatorio el doblaje de todas las producciones americanas. Eso supuso un golpe a la industria del cine nacional y perder una cuota de pantalla importantísima que sigue hoy en día sin recuperarse. ¿Quien necesita películas españolas si Gary Cooper y Greta Garbo hablan español? Otra cosecuencia de esta política es el escaso nivel de dominio del inglés de la población, comparado con otros países de nuestro entorno (Portugal, sin ir más lejos, donde no doblan las películas).


Etiqueta americana de producción ecológica

La situación en Europa tiene un punto de ridiculez. Ni aquí ni en américa hay que etiquetar si el alimento se ha elaborado un sábado. Parece una tontería, pero impediría el consumo por parte de un judío ortodoxo. Sin embargo existe la etiqueta de kosher para asegurar que un alimento cumple todas las normas de la torá. Si el criterio que seguimos con los transgénicos lo hicieramos para contentar a todos los sectores de la sociedad que siguen algun tipo de precepto alimentario, la etiquetas iban a ser como una doble página de "El Heraldo de Aragón".

PD: El viernes estaré en Amazings 2011 en Bilbao. Daré una charla de 10 minutos, participaré en la mesa redonda posterior y posiblemente en algún taller. Será una fenomenal ocasión para desvirtualizar a los lectores del blog o del libro. Alli nos vemos.
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9 comentarios:

  1. El "meollo" es el derecho a elegir.

    (Yo no tengo prejuicios para comer maíz o soja transgénicos, al igual que no tengo prejuicios a la hora de comer alimentos no transgénicos; pero hay quien no quiere ni oír hablar de comer OMGs. Aunque no lo comparto, lo respeto, mientras no me cause un daño evidente).

    En ese sentido está bien que existan normas de etiquetado que informen al consumidor. ¿Se pueden aplicar etiquetados para todas las categorías existentes? O, dicho de otro modo, ¿dónde y por qué se pondría un límite a la categorización y etiquetado?

    Una cuestión diferente es si realmente la introducción de OMGs mejora la producción o el rendimiento de las cosechas (aparte de mejorar la cuenta de resultados de las empresas que producen y comercializan semillas de plantas modificadas genéticamente). Puesto que he comprobado que lo que se publica en este blog con frecuencia es poco fiable, me lo voy a estudiar "por mi cuenta" (sólo un poquito; estoy ocupado con temas de más enjundia).

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  2. Creo que tienes una cierta propensión a los argumentos autoexcluyentes. Si estás ocupado en temas de más enjundia, ¿Por qué pierdes el tiempo leyendo y dejando comentarios en un blog, según tú, poco fiable? O tú tiempo no es tan importante o el blog no es tan malo... tú mismo.

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  3. Lástima de no poder asistir a Bilbao, para desvirtualizarme :D Espero que haya alguna otra presentación en Madrid (que me temo ya fue), para poder felicitarte en persona. Un saludo!

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  4. Te adelanto que a finales de octubre estaré en el escépticos en el Pub de madrid...

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  5. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Los dogmas - ya sean en ecologismo o en cualquier otro ámbito - no son nunca buenos, por definición. Me viene a la mente cuando los ecologistas critican los parques eólicos del Estrecho porque perjudican a las aves migratorias... ¿en qué quedamos? ¿energías alternativas, convencionales o volvemos a las cavernas?
    Al final, la conclusión es la de siempre, lo mejor es aplicar el sentido común.

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  6. Gracias por tu comentario. En cuanto al sentido común, no estoy demasiado de acuerdo, puesto que cada uno tiene el suyo, y lo que a alguien le parece con mucho sentido común, a otro le puede parecer que no. Lo mejor sería que la política no se basará en dogmatismos, sino en la evidencia científica sobre que es beneficioso y que no para el medio ambiente.

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  7. En primer lugar, perdona por ponerte este comentario en esta entrada, porque no tiene nada que ver con la misma, de hecho no me importaría que lo borraras, pero no he conseguido encontrar un email o forma de enviarte esta sugerencia.

    Te estaba viendo en Amazings y has dicho una cosa que me ha recordado algo que he leído hace un par de días y que no he entendido muy bien (tengo una formación muy básica en genética, yo me dedico a la investigación sobre tecnología de la madera, y por ahora sólo soy estudiante). Has dicho que cuando te comes cualquier alimento, la posibilidad de que los genes de ese alimento pasen a tu cuerpo se acercan asintóticamente a cero (o algo así :P). Entonces he recordado un artículo científico que no comprendí muy bien y me gustaría que alguien con la formación adecuada explicara (o lo intentara), y eres la persona que conozco con esa capacidad y que me resulta más accesible, aunque solo te conozca porque sigo tu blog. Simplemente pretendo hacer una sugerencia para un post. El artículo fue publicado en Nature y es de Zhang, et al. El título es Exogenous plant MIR168a specifically targets mammalian LDLRAP1: evidence of cross-kingdom regulation by microRNA doi: 10.1038/cr.2011.158

    ¿Es esto realmente un descubrimiento importante o estoy interpretándolo exageradamente? ¿Significa esto que sí que se pueden modificar genes en función de lo que se coma? Para mí parece estar claro que no se transmiten genes de la comida al ser humano, pero ¿qué quiere decir realmente el descubrimiento de Zhang, et al.?

    Un saludo.

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  8. yo solo quiero saber:¿como perjudican los transgenicos a los agricultores?

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    1. Pues de ninguna forma. Si algún agricultor se siente perjudicado, lo único que tiene que hacer es no sembrar la siguiente cosecha.

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