viernes, 15 de noviembre de 2013

Me mudo a Tomates con Genes

Estimados lectores:

Hasta aquí hemos llegado. No es que vaya a dejar de dar la tabarra, pero creo que era hora de hacer un cambio y pasar a hacer algo un poco diferente por lo que este va a ser el último post en mucho tiempo en este blog. Lo cual no quita que vaya a dejar de escribir, al contrario... a partir de ahora me encontrareis en el blog: Tomates con Genes,  (jmmulet.naukas.com) que se integra dentro de la plataforma Naukas un proyecto que me ha entusiasmado y que pretende ser la primera plataforma de blogs científicos en lengua hispana

La verdad es que el blog este empezó de casualidad. En Enero del 2010 entregué el manuscrito de "Los Productos Naturales ¡vaya timo!" al editor y se me ocurrió la idea de abrir un blog como forma de darle un poco de vidilla al libro. Las cosas funcionan como funcionan en las editoriales pequeñas y el libro no se publicó hasta mucho tiempo después. Durante el primer año el blog estuvo prácticamente en animación suspendida con 4 entradas en los 10 primeros meses y una media de 2 a 4 visitas al día, siendo generoso. En Noviembre del 2010 empiezo a participar como colaborador en Naukas, en esa época Amazings.es (curiosamente cuando mi blog tenía 4 entradas... nunca lo entenderé) y empiezan a subir las visitas, con lo que me animo a escribir con más regularidad. Cuando finalmente se publica el libro en Junio del 2011, el blog ya había adquirido vida propia. Lo gracioso es que mucha gente pensó que el libro era un recopilatorio de posts o algo por el estilo cuando no tenía nada que ver, realmente el libro estaba escrito tiempo antes de publicar el primer post. 

Ahora que estamos puedo decir que el nombre nunca me gustó... viene a ser como llamar a un país Estados Unidos o a una ciudad Buenos Aires, que no te ríes ni te suena raro porque ya te has acostumbrado, pero debería. La coletilla del ¡vaya timo! venía impuesta por la colección, y lo de "Los Productos Naturales", yo lo hubiera abreviado por "Lo Natural" o  "El naturalismo", pero el editor me dijo que "Los Productos Naturales" era un título más preciso y menos filosófico. El libro no se ha vendido mal, el blog ha funcionado bien, quizás tuviera razón, pero a mi el título sigue sin acabar de convencerme.


A todo esto, el blog siguió creciendo en visitas. Me di cuenta que había creado un monstruo cuando en Enero del 2012 me invitaron a dar una charla sobre blogs de ciencia. ¡¡si no llegaba a dos años de experiencia en el campo y un año había estado ne blanco!! La cosa no ha parado, al contrario. Dos años después me llaman para que imparta talleres a profesores universitarios y aprovechando un cambio de planes en el Master que dirijo tenemos una asignatura de "comunicación científica" donde también hablo con mis alumnos de blogs y redes sociales. De hecho ahora estoy preparando un curso de formación trasversal de doctorado sobre este tema. 

¿Por qué un cambio? Bueno, hay varios motivos. Para empezar no soy la persona más capacitada para diseñar un blog. He ido tirando toda la vida con una decoración predeterminada por Blogger (que seguro que habeis visto en otros blogs), y peleándome con los widgets y los enlaces que no actualizo. Me apetecía moverme en un entorno más profesional. También hay una cosa que me da fobia: repetirme. El problema es que me cuesta mucho menos escribir un post sobre biotecnología o agricultura ecológica que uno sobre historia o arte moderno por cuestión de que necesito menos tiempo para documentarme. Y al final acabo siempre escribiendo sobre el mismo tema... con el miedo que pueda aburrir a mis lectores. Estar en una plataforma es un incentivo para tratar de buscar nuevos temas, o que los lectores encuentren temas más variados, aunque no los escriba yo. Y por último, este blog surge muy ligado a un libro de la editorial Laetoli. El libro ha tenido el recorrido que ha tenido y me lo he pasado muy bien, pero nada es eterno y no puedo estar toda la vida hablando del mismo libro. Ahora mismo tengo otro proyecto entre manos, con otra editorial (que por cierto, ha quedado chulísimo, ya informaré), por lo que me parece un momento oportuno para empezar de nuevo. 

Dicho esto los casi tres años que he estado escribiendo han sido de las experiencias más gratificantes que he vivido. me han dado la oportunidad de conocer a gente interesantísimas y de aprender con muchos de los comentarios de los lectores. Espero poder llevarme eso al nuevo blog. 

Todo sea dicho, dejo el blog en su mejor momento en lo que a lectores se refiere. El pasado mes de octubre fue el segundo con más visitas de la historia del blog (el primero fue Mayo del 2013, por influencia del programa Salvados y la reseña de "La Enzima Prodigiosa"). Ahora mismo estoy en unas 3000-4000 visitas diarias. Lo prefiero así. Mejor hacer un cambio cuando la cosa esta en plenitud que cuando empiece a languidecer. Ya sé que los cambios son arriesgados y que por mucho que informe posiblemente perderé muchos lectores... la vida es asumir riesgos. Todos los posts van a seguir colgados y los comentarios abiertos, pero ya sabeis, a partir de ahora escribiré en Tomates con Genes.  ¿os mudais conmigo?

THE END

jueves, 14 de noviembre de 2013

Sobre la historia de la agricultura.

Todo lo que somos se lo debemos a la agricultura. Parece exagerado, pero gracias a que los supermercados están llenos no tenemos que deambular por la sabana huyendo de los leones y cazando con lanzas. Eso nos otorga el lujo de destinar nuestro valioso tiempo a actividades diferentes a la de buscar alimento. Solo así hemos podido desarrollar, entre otras cosas, la ciencia, el arte y la tecnología. Nada de eso existiría si la agricultura y la ganadería no nos proveyeran de alimentos seguros a un costo asumible.


¿Cómo fue al principio? ¿Cómo surgió todo? Las sociedades paleolíticas eran nómadas que se dedicaban a la caza o a la recolección de especies silvestres y tenían que vérselas frecuentemente con la escasez de suministros. Sería exagerado pensar que los hombres paleolíticos eran una especie de yonkis desesperados que invertían todo su tiempo y esfuerzo en buscar la siguiente dosis de comida. Es cierto que tenían tiempo para el ocio, el arte o la religión, pero unos simples números nos demuestran que no era una vida regalada. En esta época un individuo necesitaba 20 Km2 de zonas herbáceas para procurarse su sustento. En climas húmedos y cálidos esta superficie baja hasta los 10 Km2 y en condiciones excepcionalmente buenas como un río con pesca abundante solo 1,5 Km2. Esta gran necesidad de espacio implica que las tribus primitivas podían tener como máximo 6-12 familias que abarcaban unos 80-100 Km2. Todavía llevamos en nuestros genes el legado de nuestro pasado nómada. Uno de los primeros síntomas de una nutrición pobre en una mujer es una amenorrea  (interrupción del ciclo menstrual) que puede tardar unos meses en reaparecer a pesar que se recupere la alimentación correcta y el peso. Esta es una estrategia fisiológica de supervivencia en una situación de alimentación insuficiente, ya que llevar adelante un embarazo implicaría un grave riesgo para la madre y el hijo. Esta particularidad es una reminiscencia darwinista de cuando era frecuente que una época de alimento abundante fuera seguida de una época de hambre. Otra reliquia es el gen PPAR-γ, responsable de que toda la energía sobrante sea almacenada en forma de triglicéridos como reserva para tiempos peores y que en nuestra sobrealimentada sociedad occidental solo sirve para criar michelines; lo que en la prehistoria fue útil para la supervivencia, hoy aumenta el riesgo de sufrir un infarto....

Y así empieza mi artículo para la revista Naukas ¿te lo vas a perder?



Y por si fuera poco aquí va el resto de artículos:


Cuando la Medicina se toca con la ciencia ficción — Julián Palacios.
Siete escenarios apocalípticos improbables, pero… ¿imposibles? — Sergio L. Palacios.
Matemáticas contra los desastres naturales — Natalia Ruiz Zelmanovitch.
Cómo el hombre aprendió a pintar la Tierra — Miguel García Álvarez.
Reprogramación celular: devolviendo la pluripotencia a las células adultas — Manuel Collado.
Las trampas y sorpresas de la memoria — Esther Samper.
Nanotecnología alimentaria: cuando lo pequeño es mucho más — José Manuel López Nicolás.
Aquoporinas: de los canales de agua a la cura frente a la Malaria — Lucas Sánchez.
 Más rápido que la luz: cuando Einstein te multa por exceso de velocidad — Mario Herrero-Valea.

Y aprovecho para recordar que hoy Jueves 14-11 a las 20:00 en el Pub Ben's Inn (Plaza de Honduras, Valencia) Fernando Frías, autor de los blogs la lista de la vergüenza y el fondo del asunto nos hablará de la homeopatía.


miércoles, 13 de noviembre de 2013

Sin transgénicos, con E. coli

La última alerta alimentaria importante ha surgido en Estados Unidos. Recientemente han retirado 80 toneladas de ensaladas producidas por la empresa Glass Onion catering, por estar contaminadas por E. coli. Hasta la fecha este brote ha causado 26 hospitalizaciones. Esta alerta es un ejemplo de los efectos de la quimiofobia alimentaria. Mirando su página web queda claro que es una distribuidora de comida dedicada al mercado gourmet y que supuestamente vende comida saludable porque:


Our salads, sandwiches, wraps and treats are crafted to the client’s specific recommendation. We only use the freshest, most natural ingredients to promote a healthy lifestyle.
Trans fat free
No artificial colors or flavorings
No preservatives or additives
No genetically modified ingredients
Locally grown produce used (when possible)
Retail venues can maximize their buying power and streamline their distribution with Glass Onion’s gourmet, grab and go options. Contact us today for custom options for your business.




Osea: no utilizan transgénicos, ni conservantes ni colorantes. Por una extraña regla de tres asumen que eso implica que su comida es más sana... aunque los resultados impliquen lo contrario. Y si no, que se lo pregunten a la gente hospitalizada. Creo que igual hubieran preferido utilizar un conservante efectivo y no haberse intoxicado por bacterias.

Por cierto y ya que estamos en Estados Unidos, las última alertas graves relacionadas con productos ecológicos han sucedido en ese país, pero como suele suceder no nos hemos enterado. De junio a septiembre tuvimos 164 hospitalizados por infectarse con hepatitis A procedente de granadas ecológicas turcas distribuidas por Townsend's farms como parte de su producto "organic antioxidant blend". Como veis las intoxicaciones no vienen por los conservantes, los colorantes ni los trasngénicos, sino que las trae lo "ecológico" y "natural". Lo dicho, la comida ecológica, solo para valientes. No en vano el bloguero estadounidense Steve Savage ya decía que a pesar de que se habla mucho de la agricultura ecológica la producción y el consumo sigue siendo minoritario, por suerte, dada su tremenda inseguridad. 

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