miércoles, 29 de agosto de 2012

Las talidomidas naturales

Uno de los mayores fracasos contemporáneos de la farmacología fue la talidomida. Un fármaco recetado originalmente para prevenir nauseas en los embarazos y que ocasionó graves malformaciones fetales. Seguro que todos hemos visto esas espeluznantes imágenes de niños con brazos y piernas convertidos en muñones o apéndices inservibles. Por suerte, de todos los fracasos se aprende, la talidomida sirvió para endurecer todavía más el proceso de autorización de un nuevo medicamento, con el problema añadido de encarecerlo todavía más ¿Cómo pudo pasar esto? En un principio la talidomida pasó todos los controles, pero el problema fue que la molécula evaluada fue la que se obtuvo a pequeña escala para uso en laboratorio y ensayos clínicos. En esta síntesis solo se aislaba una forma, la talidomida R que era un excelente sedante, calmaba las náuseas en los 3 primeros meses de embarazo, sin apenas efectos secundarios y con una toxicidad muy baja. Al obtener la autorización la síntesis se tuvo que realizar a gran escala, produciéndose, además de la forma R, una forma S, que se diferenciaba por la configuración relativa de un átomo de carbono respecto al resto de átomos enlazados a él (para entendernos imaginémonos que la molécula de talidomida es como una mano. A pequeña escala solo se sintetizaban manos izquierdas, pero al pasar a la escala grande se sintetizaba una mezcla de manos derechas y manos izquierdas. Aparentemente eran iguales (todas tenían una palma, un dedo pulgar y 4 dedos más largos), pero al tratar de meterlas en un guante, era obvio que unas encajaban y otras no). La forma S vino a ser como el gemelo tenebroso de la talidomida y fue el responsable de todos los problemas de teratogenia asociados a este fármaco. Lo más curiosos es que a pesar de seguir prohibido en muchos países, la talidomida sigue siendo un fármaco excepcional, de hecho en España está prohibido pero es bastante frecuente utilizarlo por la vía del uso compasivo (recetar un medicamento no autorizado (o autorizado para otros usos) para casos en los que los tratamientos autorizados hayan fallado, si no hay alternativas y si se demuestra alguna evidencia de funcionamiento o está autorizado en otros países).


La Talidomida R y su reverso tenebroso


No obstante a pesar que ya hemos aprendido la lección de la talidomida y que ha servido para que los medicamentos actuales sean cada vez más seguros, los fanáticos de las medicinas naturales y alternativas siguen poniendo este caso como ejemplo de la perfidia de la industria farmacéutica y de la peligrosidad de la medicina "oficial" (aunque medicina solo hay una, la que tiene una evidencia científica detrás). Muchos argumentan que en oposición a esta peligrosidad la medicina natural no tiene efectos secundarios porque al ser natural, es sana. Un momento, parémonos a pensar, ¿no tiene efectos secundarios? A ver, ya decia Paracelso que la dosis hace el veneno. El Jamón Serrano es muy bueno, pero si te comes 5 kg de una sentada te revienta el estómago. Con un fármaco pasa lo mismo, es efectivo en la dosis adecuada, pero una dosis excesiva puede ocasionar problemas. Si un fármaco, natural o industrial, tiene algún efecto, conlleva el riesgo de que al pasarte con la dosis tengas problemas de toxicidad. Otra cosa es que lo que te venden como fármaco sea un placebo y no tenga ningún efecto farmacológico (cualquier preparado homeopático por ejemplo), con lo cual a la coletilla de "no tiene efectos secundarios" habría que añadir "tampoco primarios", un detalle que se les suele olvidar.


Aristolochia... potente cancerígeno.
¿Es cierto que la medicina natural no tiene riesgo? pues no. Rotundamente falso.A ver, muchos fármacos se extraen a partir de los principios activos de muchas plantas, por lo tanto, es de perogrullo, si el fármaco tiene efectos secundarios, los efectos secundarios de la planta serán los mismos. Si a eso le añadimos el escaso control que hay en las medicinas alternativas, donde las autoridades no hacen lo que deberían hacer y los que la practican a veces no son ni titulados, pues el cóctel se convierte en muy peligroso y no será por que no tenemos ejemplos. A principios de los años 90 hubo una epidemia en Bélgica de mujeres con fallos renales severos y tumores en el tracto urinario superior. El nexo de unión fue que todas habían tomado un preparado de hierbas chinas para perder peso, este preparado tenía una formulación original bastante inocua, pero en algún momento se alteró la fórmula para incluir plantas del género Aristolochia, estas plantas contienen un alcaloide llamado aristoloquina que es tremendamente cancerígeno. De hecho, este fármaco natural ya había sido relacionado previamente con el cáncer de tracto urinario superior en Taiwan, motivo por el que estaba prohibido. A pesar de esta evidencia, la Aristolochia sigue formando parte de muchos fármacos que se utilizan en medicina tradicional China. Existen más casos: la aparentemente inocua limpieza de colón que anuncian muchos naturópatas puede causar lesiones y deshidratación. El hipérico o hierba de San Juan se utiliza para la depresión, pero interfiere seriamente con la medicación antiretroviral, Las raíces de Kava-Kava son hepatotóxicas, la efedra se ha relacionado con hipertensión arterial y ataques de corazón, el gingseng en exceso causa problemas de ansiedad e hipertensión, descrito como síndrome por abuso de ginseng y asi un largo etcétera...todo esto sin menoscabo del principal riesgo de las terapias alternativas, que es él coste de oportunidad, es decir tratarse con una terapia inefectiva un problema serio, de forma que muchas veces cuando empiezas con el tratamiento efectivo, ya es tarde... y si no que se lo pregunten a Steve Jobs. Y ya en casos extremos, abandonar una terapia válida por una terapia que no lo es. por lo tanto, eso de que la medicina natural no tiene efectos secundarios, va a ser que no.  


Parece que la hierba de san juan no es tan santa

viernes, 24 de agosto de 2012

Ecologismo íntimo

Existe una reivindicación legítima de muchos consumidores por hacer que sus hábitos de consumo tengan menor impacto ambiental, es decir, existe el consumidor verde. Frente a esto las empresas han visto un nicho de mercado importante por lo que se han apresurado a tratar de ajustar la oferta para satisfacer a estos clientes, la mayoría de un poder adquisitivo medio-alto. Solo hay normativa de producción ecológica que regula la alimentación y los detergentes y productos de limpieza, por lo que fuera de estos dos aspectos, cualquier cosa que nos vendan como ecológica depende de la argumentación que te de el vendedor. Ante esta falta de regulación en muchos aspectos la Unión Europea ofrece una certificación, la eco-label, que premia a los productos que han minimizado su impacto ambiental, pero, al no haber normativa como en alimentación, un producto puede anunciarse como ecológico sin tener esta etiqueta, algo que no puede hacerse con un producto alimentario sin exponerse a una sanción. Esta laguna legal, junto con una demanda cada vez mayor de productos "verdes" favorece que muchas compañías etiqueten alegremente como ecólógico los productos más peregrinos. Existe un movimiento dentro del ecologismo que denuncia el Greenwashing, que viene a ser las compañías que se autocalifican como ecológicas, o que anuncian a bombo y platillo su compromiso ambiental cuando en realidad hacen poco en este aspecto. 

No obstante el mercado verde sigue creciendo y llega a todas partes, incluso a los rincones más íntimos. Hoy en día es posible que una persona consuma todo lo que necesite con una etiqueta que le garantice que es sostenible, verde o ecológico. Hay cosas que le costará más encontrar y será muy caro, pero es posible. Y cuando digo todo, me refiero a todo, incluso a los productos de higiene íntima o algunos más peculiares como por ejemplo.

Moon cups: menstruación concienciada.

Durante toda su vida fértil una mujer está obligada a utilizar productos de higiene íntima. En su momento fue un adelanto la invención de las compresas o tampones desechables, frente a la antigüedad donde se recogía en trapos o simplemente se dejaba caer. Estos apósitos están hechos de algodón o celulosa (por cierto, aviso para las más consecuentes, teneis un 50% de probabilidades que el algodón sea transgénico), dado que una mujer puede utilizar alrededor de 11.000 durante toda su vida, esto supone un elevado impacto ambiental. Por suerte existe una empresa llamada mooncup que ha desarrollado un adminículo de silicona, en forma de copa que permite recoger el flujo, para posteriormente lavarlo y la reutilizarlo. El Mooncup está patentado por lo que solo lo puede vender una empresa (y yo que pensaba que el mundo del ecologismo estaba en contra de las patentes, pero debo estar equivocado). No obstante controla todas las variables, ya que según informan en su web solo trabajan con banca ética, los empleados van andando o en bicicleta al trabajo, utilizan algodón ecológico para sus envases y tiene la certificación de apto para veganos. La página web en castellano va incluso un poco más lejos y califica a Mooncup como una empresa ética dirigida por mujeres (curiosa afinidad con el ministro Wert y flagrante discriminación), pero desde luego no es una empresa paritaria

Actualización 11:00: Me comenta una usuaria via twitter que realmente es más económico por que los tampones y compresas tienen el IVA de artículo de lujo (una clara injusticia). El aparato es cómodo y hay que cambiarlo cada dos o tres horas (según el flujo). El único inconveniente es que el cambio debe realizarse en un cuarto de baño con lavabo operativo, y no es apto para las que les de cosa ver sangre.

Actualización 10-9-2012:

Visto en una pared de mi barrio. ¿Cómo no compartirlo?



Earth Angel: el juguete que respeta el medio ambiente.

El ecologismo llega a todos los ambitos del mercado, incluyendo los sex-shops. Earth angel se rpesenta como el primer consolador ecologico. Vaya por delante que el término "consolador", que segun la RAE es "el que consuela", me parece profundamente machista y peyorativo, pero lo utilizo aquí por ser el que utiliza la fuente. Creo que el término "juguete sexual" o "vibrador" es más aséptico y no tiene ninguna connotación negativa. Comercializado por la empresa LoveHoney, este artefacto se anunciaba como ecológico por estar fabricado con productos sin impacto ambiental y por no necesitar baterías, simplemente funciona a cuerda, como los juguetes de cuando éramos pequeños (en muchos casos el avance ecológico no es tal, sino un paso atrás). Todo sea dicho parece que lo de tener que parar para darle cuerda era un serio inconveniente para las usuarias, y el aparato ha sido descatalogado por su poco éxito comercial. 
Los juguetes a cuerda vuelven a estra de moda

Si todavía quieres más consejos para llevar el ecologismo a los momentos de intimidad, te puede interesar que la estrella del cine porno Nacho Vidal se ha pasado al mercado de los fármacos naturales y siempre te pueden ser útiles estos consejos de Greenpeace.


lunes, 13 de agosto de 2012

Elaboración de una paella Atlántica.

Estimados lectores:

Por tercer año me encuentro pasando unos días en casa de unos amigos en una población de las Rías Altas. Como va siendo tradición, cuando se acerca el final de nuestra estancia suelo preparar una paella. La paella tiene una física, química y antropología asociada, de la que hablé en su momento. Hoy hablaré de esta paella realizada en Galicia, bautizada como paella atlántica por ciertas peculiaridades, entre ellas, no incluir conejo ni caracoles para no vulnerar los prejuicios de los nativos, poner los judiones (o garrofones de paella) de bote, puesto que no he encontrado secos ni congelados y la diferente dureza del agua. El resto de las peculiaridades las iré explicando en el post. Este año he fotodocumentado la realización por si fuera de vuestro interés:

Fase 0, previa:

Ingredientes:

Un pollo troceado, en este caso del corral del padre de mis amigos, tamaño mastodóntico y carne dura.
Judias planas.
Garrofones de paella (de bote).
Tomate natural triturado (100 ml).
3 ajos troceados.
Pimentón dulce (una punta de cuchillo).
Azafrán o sazonador de paella preparado.

Fase I: Sofrito.
Empezamos poniendo un chorro de aceite, que sirve para equilibrar la paella. Si no se queda en el centro, hay que subir o bajar los soportes. Encendemos el fuego (en este caso gas) y doramos la carne, luego añadimos la judía plana, sofreimos unos minutos y añadimos el tomate, el ajo y el pimentón. Una vez sofrito podemos añadir el agua para hacer el caldo en la misma paella. Aquí son importantes las matemáticas. Una taza de arroz por comensal. Dos tazas de agua por taza de arroz más dos o tres tazas extra (para compensar los efectos de la dureza del agua y la presión atmosférica). El truco es una vez hecho el sofrito echar el agua medida, ver hasta que altura llega (normalmente utilizamos como referencia los remaches del asa). Tener nociones de topografía también ayuda a realizar una paella. Este es aspecto al final de la fase I: 



Fase II: elaboración del caldo.
Una vez tenemos la referencia (en mi caso a mitad del remache de abajo) Llenamos de agua hasta el borde, subimos el fuego al máximo y dejamos hervir. Aparecen los problemas. Viento. No hierve por igual, hay que ir moviendo los trozos de carne. Esto puede ser un problema serio para la siguiente fase.



Cuando hierve añadimos el azafrán:



Nótese el cambio de color.

El caldo tiene que hervir al menos una hora. Dado que el pollo es de corral, con lo que tiene la carne más dura, dejo hervir dos horas. A mitad de este proceso se le puede dar un toque mágico: consiste en añadir una ramita de romero recién cogida, dejarla durante 10-15 minutos y luego quitarla. Más tiempo le da un sabor amargo. Tiene que darle solo un toque. Para conseguirlo me ha tocado ir corriendo a casa del padre de mis amigos, puesto que tiene en el huertecito... para presumir hay que sufrir.



Fase III: el arroz.

Añadimos el arroz formando un cavallón en el centro, demasiado arroz para mi gusto, pero son 12 comensales y me avisan que quieren repetir.


Este es el momento aterrizaje del Curiosity. Los últimos 15-20 minutos que requieren precisión absoluta. Demasiado fuego o poco caldo, el arroz se quedará duro e incomible, demasiado caldo o poco fuego y tendrás un risotto bueno, pero una pésima paella. Es necesario que cuando vuelva romper el hervor tengas burbujas pequeñas y homogéneas. Problema con la paella atlántica, viento, demasiado viento. El caldo empieza a consumirse a sotavento, pero a barlovento nada. Solución de emergencia, ir girando la paella. Seguimos con el proceso. Empieza a consumirse el caldo... en unas zonas antes que en otras (el maldito viento). Y viene la crisis (no la económica, que esa hace tiempo que llegó y no parece querer irse). El caldo está casi consumido y el arroz sigue duro. ¿Causas? Dureza del agua y baja presión atmosférica (el tiempo amenaza lluvia) que hace que el agua hierva a menor temperatura. Además al tener mucho arroz, posiblemente sea solo la parte de arriba la que necesite más tiempo. Pasamos el nivel de alerta a defcon 2 y activamos el protocolo de emergencia. Se puede tratar de añadir un poco más de agua por arriba, desaconsejado, el sabor y la textura no será homogénea. Otra opción es bajar el fuego y cubrir con papel de plata para que redistribuya el calor por la parte de arriba y acabe de cocerse, de hecho el papel de aluminio es uno de los mucho objetos de la vida cotidiana que debemos a la exploración espacial (bueno, realmente no, aunque es una leyenda urbana muy establecida, ver *), a pesar que muchos analfabetos científicos consideren que invertir en el espacio es tirar el dinero, y se inventó precisamente para eso, para redistribuir el calor (originalmente de la radiación solar, en mi paella del fogón de gas). Cubrimos la paella, apagamos el gas y esperamos acontecimientos. 5 minutos después llega el momento de la verdad. Quitamos el papel de aluminio y el resultado es este.

En ese momento aparece la decisiva contribución atlántica a la paella, concretada en:

Vino de Mencía y cerveza Estrella Galicia. Y este es el aspecto que tenía la paella en el plato (con 12, sin mesa redonda ni cucharas de madera, era impracticable comer en paella, otra de las peculiaridades atlánticas)
Pues nada más, solo deciros que salió deliciosa. Esta es la prueba:



*: Me indica sabiamente Cesar Tomé que el papel de aluminio es bastante anterior a la exploración espacial, concretamente de la primera década del siglo XX y que su primer uso fue envolver tabletas de chocolate.

viernes, 3 de agosto de 2012

Podcasts veraniegos

Para hacer mas llevadero este Agosto canicular a los que estais de vacaciones y sobretodo a los que seguís currando os paso dos entrevistas recientes.


La primera en Onda Regional de Murcia, en el programa de gastronomía Murcia Sabe, hablando de transgénicos y de otros temas, en un tono que es lo siguiente a distendido:

 

Y otra, una entrevista en Radio Intereconomía, aquí más serio:

Por lo demás me es grato anunciaros que ya me han llegado los datos de liquidación del 2011. Parece que al público le ha gustado "Los productos naturales ¡vaya timo!" Según el editor se han vendido 1,277 libros. Que para ser una editorial pequeña y un autor novel, no está nada mal. Además, puedo asegurar que no los ha comprado todos mi madre. De propina os dejo un audio que he sacado de Magonia, el podcast de Luis Alfonso Gámez, en el que habla de supersticiones en RNE con Toni Garrido y citan a un servidor.